En México, tabacaleras intentaron infiltrarse para impugnar laprohibición de tabaco calentado, revela informe internacional.
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La industria tabacalera, responsable de 7 millones de muertes anuales en todo el mundo, intentó impugnar en México la prohibición de los productos de tabaco calentado al calificar esa medida de “barrera comercial”, mientras que en la Unión Europea infiltró sus políticas para socavar disposiciones sanitarias que protegen a la población de los daños a la salud causados por los productos de tabaco.
Así lo revela el más reciente estudio internacional elaborado por la ONG francesa Contre-Feu y STOP, el organismo de control mundial de la industria tabacalera, que además logró documentar 49 organizaciones de presión de la industria tabacalera, el uso de 14 millones de euros en gastos anuales y 257 reuniones con responsables de las políticas de la UE para influir en políticas de salud de diversas naciones.
Titulado “A puerta cerrada: Cómo influye la presión de la industria tabacalera en la Unión Europea y fuera de ella”, el informe señala que las organizaciones de presión del tabaco más influyentes, en particular de Philip Morris International (PMI), se concentran en lugares donde existen fuertes vínculos económicos debido a la presencia de sedes de empresas tabacaleras, actividades de cultivo de tabaco o instalaciones de fabricación.
Martin Drago, director de Incidencia Política de Contre-Feu, declaró que "según estos resultados, la Comisión Europea ha infringido en repetidas ocasiones el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS (CMCT de la OMS) o bien, como mínimo, no ha aplicado debidamente las medidas del tratado. Además de socavar los esfuerzos europeos para proteger a la población de los daños del tabaco en nuestro continente, la UE tampoco protege a los países no europeos de la influencia indebida de la industria tabacalera".
A su vez Jorge Alday, director de STOP en Vital Strategies, expresó que "esta investigación demuestra claramente que la industria está tratando de utilizar el poder diplomático de la UE para desafiar el derecho soberano de otros países a determinar sus políticas de salud para proteger a su población, especialmente a los jóvenes”.
Por ello, agregó, “hacemos un llamado a la UE a que cumpla plenamente con sus obligaciones en virtud del CMCT de la OMS, limite el contacto con la industria tabacalera y haga pública toda interacción. Para proteger la salud de los intereses creados por la industria, estas recomendaciones deben ser vinculantes y estar integradas en todas las instituciones de la UE".
En tanto, Cassandre Bigaignon, responsable de incidencia política europea de Contre-Feu, añadió que “las organizaciones de la sociedad civil y el Defensor del Pueblo Europeo han expresado en repetidas ocasiones su preocupación por esta falta de transparencia. Para restablecer la confianza y cumplir con sus compromisos internacionales, la UE debe dejar de colaborar con la industria tabacalera a puerta cerrada".
De acuerdo con el informe, esos vínculos se reflejan en la toma de decisiones de la UE. Cuando Francia, por ejemplo, notificó a la Comisión Europea en 2025 su plan de prohibir los productos de nicotina oral, varios Estados miembros, entre ellos Grecia, Hungría, Italia, Suecia y Rumania, se opusieron, ralentizando el proceso de autorización de la Comisión. Los mismos gobiernos también criticaron un decreto español destinado a regular estrictamente las bolsas de nicotina.
De los quince grupos de presión centrados en promover una falsa narrativa de "reducción de daños" en torno a productos adictivos y nocivos, como los productos de tabaco calentado (HTP), los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina, ocho grupos se crearon en los últimos tres años. Por ejemplo, el Global Institute for Novel Nicotine, que aboga por la comercialización de bolsas de nicotina y los productos de tabaco calentado, está dirigido por un antiguo ejecutivo de PMI.
Las cuatro mayores empresas transnacionales de cigarrillos son PMI, Japan Tobacco International (JTI), British American Tobacco e Imperial Brands. PMI y JTI tienen su sede en Suiza, y las cuatro empresas producen productos de tabaco en países europeos. Las empresas utilizan su influencia y sus actividades económicas para presionar a la UE con el pretexto de apoyar las exportaciones.
Según el informe, la presión de la industria para debilitar, retrasar y bloquear políticas sanitarias que salvan vidas no se detuvo en las fronteras de Europa.
La industria tabacalera es responsable de 7 millones de muertes al año. El informe mundial de la OMS de octubre de 2025 sobre las tendencias en el consumo de tabaco confirma que la UE sigue siendo una de las regiones más afectadas por la epidemia del tabaquismo, con alrededor de 700 000 muertes prematuras cada año. El tabaco también supone una enorme carga económica: en 2009, le costó a la UE €544 000 millones, lo que equivale al 4,6 % del PIB combinado de los Estados miembros.
Los daños van mucho más allá de la salud pública y los costos económicos. El cultivo y los residuos del tabaco provocan una grave degradación del medio ambiente, desde la deforestación hasta la contaminación por plásticos y productos químicos. La cadena de suministro también está relacionada con abusos de los derechos humanos generalizados, como el trabajo forzoso y el trabajo infantil en las regiones productoras de tabaco. Se estima que 1,3 millones de niños son explotados en los campos de tabaco.
























