La capacitación de los colaboradores es clave en la retención de talento
La capacitación ha demostrado ser igual de importante y valiosa para el colaborador y para la empresa, afirman los expertos de Rankmi.
Las habilidades duras o hard skills, son fundamentales; sin embargo, el entorno laboral actual ‘exige’ aptitudes blandas o soft skills, como la empatía, la capacidad de resolución de conflictos o la resiliencia, entre otros.
En el entorno laboral actual, donde la atracción y retención del mejor talento son claves para el éxito de las organizaciones, la capacitación constante como beneficio para los colaboradores es una de las principales herramientas para que las organizaciones mejoren sus resultados y afiancen su plantilla. “Los ajustes de la llamada nueva normalidad continúan. En este camino, la capacitación adquiere un papel relevante, como una necesidad real a las nuevas formas de trabajo, que van desde el trabajo remoto, hasta los modelos híbridos y ambos en entornos cada vez más exigentes”, afirma Felipe Cuadra, especialista en desarrollo organizacional y CXO de Rankmi. El experto de Rankmi, la plataforma world class especializada en dotar de herramientas digitales para la gestión de Recursos Humanos (RR.HH.), explica que las habilidades duras (hard skills) como lo son la formación académica, la experiencia profesional y los conocimientos técnicos, seguirán siendo fundamentales; sin embargo, el entorno laboral actual prácticamente ‘exige’ que los colaboradores cuenten con aptitudes personales blandas (soft skills) como la empatía, la capacidad de resolución de conflictos o la resiliencia, entre otras.
Rankmi sostiene que la tendencia es que los procesos internos de las organizaciones tendrán que ser más ágiles y transparentes, asistidos por la adopción de tecnología en las áreas de RR.HH. y ordenados bajo la metodología de toma de decisiones basada en datos, conocida como People Analytics, ya que de la misma forma en que la demanda de talento crece, las condiciones de los empleadores deberán adaptarse a las circunstancias actuales para poder competir. De acuerdo con el estudio Empleos en auge, publicado por Linkedin, 57% de los directivos consideran que las habilidades blandas son más útiles que las habilidades duras. Sin embargo, para lograr la capacitación integral, es fundamental enlazar y potenciar ambas capacidades. Aunque, como ya se dijo, el panorama laboral y empresarial cambia y evoluciona, de acuerdo con la experiencia de Rankmi las siguientes habilidades blandas mantienen su relevancia:
Proactividad, trabajo en equipo, comunicación asertiva, liderazgo, responsabilidad y compromiso, pensamiento crítico, creatividad, capacidad de negociación, tolerancia y resiliencia, autorregulación emocional y manejo del estrés.
A las anteriores se deben sumar aquellas que han surgido a raíz de la acelerada digitalización. De acuerdo con el “Reporte del Futuro de los Trabajos” (Future of Jobs Report) realizado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), las de mayor demanda en el mercado laboral para el 2025 son:
Liderazgo e influencia, innovación, estrategias de aprendizaje activo, resolución de problemas complejos, iniciativa, resiliencia y flexibilidad, conciencia social, toma de decisiones, gestión de proyectos, diseño tecnológico y programación, visión proyectiva y autoformación.
De manera complementaria, específicamente ante el escenario de los ambientes de trabajo híbrido y remoto, así como de la necesidad del desarrollo de equipos ágiles y adaptables al mundo en constante transformación, sobresalen las siguientes:
Autogestión, gestión de la información, comunicación digital, trabajo colaborativo virtual, visión digital estratégica, liderazgo y seguridad digitales, entre otras.
Felipe Cuadra apunta que una fórmula para lograr el éxito en la transformación y actualización permanente de las organizaciones, es analizar conjuntamente con los colaboradores cuáles son las principales habilidades específicas que la empresa y sus trabajadores requieren a futuro, orientados por los planes de negocio y también tomando en cuenta las aspiraciones, así como los deseos de los colaboradores, con el objetivo de diseñar un programa de capacitación efectivo y así lograr establecer una estructura organizacional dedicada a la capacitación.
Cuadra añade que este análisis, idealmente fundamentado en información confiable obtenida a través de tecnología, permitirá crear iniciativas programáticas para apoyar el desarrollo de habilidades, de manera tal que los colaboradores puedan adaptarse eficientemente a los cambios de las condiciones de sus funciones actuales, o incluso a asumir nuevas.
Asimismo, la tecnología no debe verse sólo como un instrumento de análisis y medición, ya que también es una herramienta educativa flexible y poderosa. Por ejemplo, las empresas pueden integrar un Sistema de Gestión de Aprendizaje, (conocido como Learning Management System, LMS por sus siglas en inglés). En pocas palabras, el LMS es un sistema de educación en línea privado que permite, a través de un software, que la organización ofrezca actividades de formación no presencial para los colaboradores.
Finalmente, los expertos de Rankmi insisten en la importancia y los múltiples beneficios que las organizaciones, de cualquier tamaño, obtendrán si implementan la capacitación como parte de su cultura organizacional.
“Acudir a talleres, conferencias, congresos, diplomados o tomar capacitaciones a distancia, brinda a los colaboradores conocimientos teóricos y prácticos, al tiempo de mantenerlos actualizados, esta preparación es un círculo virtuoso, ya que, al tener mayor confianza, el personal tiende a desarrollar otras aptitudes y actitudes”, puntualiza el directivo.
Con información de Hugo Mancebo | Serna PR
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