Claves para identificar alimentos saludables
La información sobre la composición de los productos que consumen las familias mexicanas es la base para una alimentación sana, indicó Sergio Calvo, jefe de Control de Calidad de Lyncott
“Aunque el nuevo etiquetado resulta útil para mejorar nuestra alimentación y conocer los productos que consumimos a diario”, indico él ejecutivo de Lyncott, no es suficiente para conocer el valor nutricional de un alimento ni mucho menos para diseñar una dieta balanceada y objetiva. Hay, en cambio, otros tips esenciales a seguir para lograrlo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las dos principales causas de muerte en el país están directamente vinculadas con la alimentación. Más de 156 mil personas fallecieron por padecimientos cardiovasculares y 104 mil más por efectos de la diabetes en 2019, siendo esta última una de las principales ocupaciones del sector salud por erradicar.
Ante esta problemática es comprensible la preocupación de las instituciones reguladoras gubernamentales en temas de salud y bienestar, así como de la industria alimentaria e iniciativa privada, para encontrar soluciones que orienten y ayuden a la elección adecuada de productos que beneficien la alimentación saludable del consumidor mexicano.
Especialistas aseguran que, en general, no hay alimentos buenos o malos, sino que lo dañino es consumir determinados nutrientes en exceso, particularmente grasas, azúcares y carbohidratos.
La nutrióloga Fedra Zermeño señala que el primer paso para mejorar la dieta familiar consiste en identificar los nutrientes que aporta cada producto. Para elegir adecuadamente es indispensable aprender a leer la información completa en el etiquetado.
Consejera en materia de bienestar del Tecnológico de Monterrey, Zermeño sintetiza los pasos para informarse de la mejor manera. Primero, afirma, hay que identificar la cantidad de porciones incluidas en cada producto empaquetado; segundo, es necesario observar el número de calorías incluidas en cada porción, procurando no ingerir más de 300 calorías de productos procesados por persona al día.
Sin embargo, aclara que es erróneo creer que el número de calorías es indicativo irrefutable de si un alimento procesado es saludable o no, porque éstas pueden tener relación directa con un buen aporte de proteínas, grasas saludables y pocos carbohidratos. "Hay que prestar atención a otros beneficios que nos aporta el producto como fibra, vitaminas y/o minerales adicionados”, añade.
Considera relevante además identificar el contenido de grasas trans y saturadas, que alteran los niveles de colesterol y es una de las causales de enfermedades cardiovasculares.
La clave de una alimentación adecuada no es la prohibición, sino el equilibrio y el entendimiento de los ingredientes, sostiene por su parte el jefe de Control de Calidad de Lyncott. Por ejemplo, explica, comer un tamal de vez en cuando puede ser válido; hacerlo todos los días se convierte en una ineludible amenaza para la salud, debido al contenido excesivo de grasas y carbohidratos.
Calvo, asegura que, para las empresas alimenticias, el control de calidad es una de las fases más relevantes del procesamiento, porque ahí recae la responsabilidad de la veracidad del contenido de los productos, para dar confianza a las familias consumidoras, sostiene el experto en la materia.
Aunque no es la única acción que permita resolver los problemas de obesidad y sobrepeso vigentes en México, el etiquetado en productos con altos porcentajes de sodio, azúcar, entre otras sustancias, es un primer paso para lograr una alimentación más saludable, opina Sergio Calvo.
