Cash-by-Choice: Cómo los usuarios de "efectivo por elección" están redefiniendo la innovación en el sector Fintech
A pesar de la tendencia global hacia un menor uso del efectivo y el aumento en la bancarización, existe un grupo de consumidores conocidos como “Cash-by-choice” quienes optan por manejar su dinero en efectivo, segmento que, si bien evita los servicios financieros tradicionales, busca para explorar y adoptar soluciones fintech que les ofrezcan alternativas innovadoras.
De acuerdo con datos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), más de 2 mil millones de personas en todo el mundo no están bancarizadas, es decir, no tienen acceso a servicios de un banco tradicional ni a herramientas financieras similares. En México, la Asociación de Bancos de México (ABM) revela que el 53% de los adultos carece de una cuenta bancaria, posicionando al país en el quinto lugar mundial en población no bancarizada.
El desarrollo de soluciones de tecnología financiera (fintech) ha promovido una mayor inclusión financiera; sin embargo, aún existen barreras debido a la desconfianza de ciertos sectores de la población hacia los productos y servicios financieros digitales, además de la falta de acceso en algunas regiones del país. Según datos de la Convención Nacional Bancaria de 2021, mientras el 74% de la población urbana cuenta con al menos un producto financiero, en las zonas rurales el alcance apenas llega al 56%.
Ante dicho escenario, Tania Lea, Directora de Latam de Azteco, plataforma que permite comprar bitcoin en efectivo en línea y supermercados a través de tarjetas de regalo desde los USD 10, destacó: “Es increíble que, de esos 2 mil millones de personas no bancarizadas, más de 1 mil millones tengan un smartphone, pero no una cuenta bancaria. Estos individuos están globalmente conectados, pero financieramente desconectados. Tener una cuenta es solo una variable; la mayoría de las personas con cuentas todavía no tienen acceso a créditos y muchos solo las usan una vez al mes para retirar todo el efectivo. Hay mucho por hacer para lograr una verdadera inclusión financiera”.
Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), para finales de 2023, México contaba con más de 82 millones de cuentas bancarias digitales. No obstante, un segmento significativo de usuarios, a pesar de disponer de herramientas financieras digitales, opta por realizar la mayoría de sus transacciones en efectivo. Estos usuarios se dividen en tres categorías principales:
a) Sub-bancarizados: Son aquellos que tienen una cuenta bancaria en la que reciben mensualmente salarios, transferencias familiares, pensiones o programas sociales, pero prefieren retirar todos sus fondos a principios de mes y operar exclusivamente en efectivo. Estas personas no tienen acceso a créditos ni préstamos.
b) Bancarizados-bajo-perfil: Usuarios que eligen vivir mayormente en efectivo. Esta población tiene una cuenta activa, pero busca usarla lo menos posible, utilizando el medio de pago solo para suscripciones, pagos internacionales, beneficios, descuentos o pagos a meses sin intereses.
c) Consumidores Efectivo-por-Elección (o Cash-by-Choice): Son aquellos que pueden tener acceso o incluso poseer una cuenta bancaria, pero, según la FDIC, eligen no usarla o usarla lo menos posible por una serie de razones de confianza, privacidad, control financiero, culturales y de valores, que se jerarquizan de la siguiente manera:
Personales, sociales y culturales:
Poca confianza en el sector bancario tradicional.
Búsqueda de privacidad en sus operaciones financieras.
En regiones, comunidades o pueblos donde el uso del efectivo es la norma, este se convierte en el modo de transacción más conveniente.
Financieras y microeconómicas:
Mantener su dinero en efectivo y fuera de instituciones financieras, teniendo así control total de sus activos.
El uso de efectivo permite manejar y ver físicamente el dinero, lo que fomenta la responsabilidad financiera.
Comodidad y rapidez, evitando problemas como el bloqueo de tarjetas, trámites administrativos, contraseñas, etc.
Economía informal: En México, la tasa de informalidad cerró en 53%, el nivel más bajo de su historia sin contar el 2020, y una parte importante de esta población prefiere realizar pagos en efectivo.
Sebastián Nocito, CEO de MORA, plataforma especializada en gestión de deuda, destaca la importancia que el uso del efectivo tiene para estos subsectores: “Las personas que manejan efectivo tienden a gastar menos porque tienen una mayor conciencia de sus recursos y evitan endeudarse. Saber que pueden pagar más del 150% de interés por saldos pendientes hace que muchos prefieran esta forma de autocontrol.”
El desafío del efectivo ¿Cómo realizar pagos desde suscripciones hasta compras de grandes montos?
A pesar de las razones mencionadas, los usuarios de “efectivo por elección” aún deben interactuar con el sistema financiero para ciertas necesidades. Hacer pagos de suscripciones, facturas de servicios básicos o incluso realizar grandes compras puede volverse incómodo, inseguro o incluso inviable si se utiliza exclusivamente el efectivo.
Este es el contexto en el que las herramientas financieras (fintech), han crecido de manera importante, ofreciendo soluciones alternativas que facilitan transacciones de menor costo y mayor conveniencia. Entre estas soluciones, tres destacan por su impacto, especialmente el respaldo a Bitcoin, como destacan los especialistas.
“El bitcoin proporciona muchos de los beneficios que los consumidores “efectivo por elección” buscan, principalmente privacidad e inmediatez. Por esta razón, muchos de ellos ya han comenzado a adoptar bitcoin para ahorrar, gastar y enviar dinero, y no solo para especular”, detalló Tania Lea.
“Un número cada vez mayor de comerciantes aceptan bitcoins para las compras diarias, lo que lo convierte en un método viable también para el día a día, préstamos personales y remesas, en la actualidad”, concluyó.
En paralelo a la adopción de Bitcoin, otras de las herramientas están ganando relevancia en el uso del efectivo son:
Cajeros automáticos inversos: Cada vez son más populares los cajeros automáticos inversos, que aceptan efectivo a cambio de tarjetas de regalo o gift cards (que son anónimas), siendo bancos como BBVA, Santander, Banorte, Banco Azteca algunos de los que las han implementado como una excelente herramienta para las transacciones cotidianas.
Tarjetas bancarias electrónicas prepagas: Las tarjetas prepagas actualmente son las terceras más utilizadas del país, luego de las de crédito y débito. Su crecimiento interanual en el 2023 fue del 38,4%. Funcionan igual que las tarjetas de regalo, pero podrían manejar montos mayores, lo que permitiría a las personas pagar una variedad de transacciones, desde prestarle a un primo 1.000 dólares hasta comprar un automóvil usado por 10.000.
En conclusión, el auge de las soluciones fintech, como el Bitcoin y las tarjetas prepagas, está redefiniendo el panorama financiero global. Sin embargo, el proceso hacia una inclusión financiera aún enfrenta obstáculos significativos. Para avanzar hacia una inclusión efectiva, es fundamental que las nuevas tecnologías financieras continúen abordando estos desafíos y ofrezcan alternativas accesibles para todos.
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