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Trabajan científicos con péptido antimicrobiano en víbora de cascabel
Científicos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) realizan una investigación para detectar una molécula de la inmunidad innata que pueda ser usada de forma terapéutica, a fin de contrarrestar la farmacorresistencia existente.
El proyecto del estudiante de la Maestría en Ciencias Biológicas que imparte la Facultad de Ciencias Naturales (FCN), Edwin Esaú Hernández Arvizu, surgió debido al problema que existe de la resistencia a los antimicrobianos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), parte de los avances terapéuticos del siglo pasado se podrían perder debido a la resistencia a los antimicrobianos desarrollados por virus, bacterias y algunos parásitos.
Cuando los microorganismos son expuestos de manera frecuente a un agente microbiano, algunos mueren, sin embargo, los sobrevivientes al tratamiento médico transmiten a su descendencia dicha información, esto genera la farmacorresistencia.
Lo anterior genera que los tratamientos convencionales se vuelvan ineficaces, las infecciones persistentes.
Desde el 2017, la OMS publicó un artículo donde exhorta a la investigación y el desarrollo de nuevos antimicrobianos: componentes que puedan tener efecto contra los microorganismos patógenos.
El médico veterinario zootecnista señaló que los péptidos antimicrobianos, moléculas de la inmunidad innata como la catelicidina, son estudiados en varias partes del mundo para su uso terapéutico.
Hernández Arvizu señaló se han identificado dichos compuestos en diferentes reptiles como la cobra o serpiente marina. No obstante, a pesar de la diversidad de estas especies existentes en México, en el país no existe ningún estudio de este tipo con víboras de cascabel.
“Lo que hicimos nosotros fue que a partir de biopsias que tomamos de piel y de mucosa oral que obtuvimos de víbora de cascabel, extrajimos ácidos nucleicos y los procesamos mediante técnicas moleculares, así obtuvimos la secuencia completa de nucléotidos que codifican al péptido”, explicó en un comunicado de la UAQ.
Después, indicó, se realizó la predicción mediante análisis bioinformáticos, con los servidores disponibles en Internet, se determinó la secuencia de aminoácidos para predecir el tamaño del péptido maduro.
“Lo mandamos sintetizar y estamos por evaluar la actividad antimicrobiana contra distintas cepas de microorganismos, para saber si esta molécula que encontramos puede ser un buen candidato como componente antimicrobiano para tratar enfermedades”, sostuvo.