¿Qué son las BusinessApps?
Hoy en día, vivimos en una época multisensorial, multimediática, y multiestímulo. Esto significa que los individuos se encuentran constantemente inmersos en un ambiente que les presenta información por todos los canales y medios posibles. Para una compañía, sobresalir en semejante ambiente puede volverse todo un desafío; y es por ello que debe hacerse presente incluso en las formas menos tradicionales.
Actualmente, una forma de hacer presencia ante un mercado presente o potencial es a través de las aplicaciones móviles. Especialmente en México, donde un amplio porcentaje de la población posee un teléfono móvil (88 de cada 100 habitantes tienen una suscripción móvil), es fundamental para una empresa poseer una BusinessApp desde donde acercarse a sus clientes y llamar la atención de los mercados.
Sin embargo, el proceso de crear este tipo de app no es sencillo. "En la elaboración de una aplicación móvil hay un alto grado de planeación. Si esta 'pre-producción' no se lleva a cabo correcta y concienzudamente, el objetivo de la app podría no llegar a consumarse y bloquear una potencial fuente de éxito", comenta Ricardo Arriaga, CEO y fundador de Ironbit. Estos son algunos de los puntos que hay que tomar en cuenta al momento de desarrollar este tipo de software:
Propósito: Todas las apps son diferentes, y su principal diferenciador radica en su objetivo. La empresa interesada en su creación debe tener presente qué es lo que quiere alcanzar con ella. ¿Debe funcionar como una versión móvil de su página web? ¿Será parte de una campaña publicitaria para algún evento o producto futuro? ¿Tiene que ser una plataforma que ayude a la venta de servicios? Definir exactamente cuál será el objetivo de la aplicación es un punto de partida fundamental para los desarrolladores y programadores.
El desarrollo de una aplicación móvil para una empresa requiere una planeación puntual para asegurar su éxito.
Interfaz de Usuario: También abreviada como UI (por su equivalente en inglés), se refiere a los elementos gráficos con los que el cliente va a interactuar y cómo se utilizan las funciones de la aplicación. Una buena UI no sólo es amigable a la vista, sino que puede manejarse de forma intuitiva sin la necesidad de tutoriales o explicaciones externas. Aunque este concepto tiene elementos de sencillez y simplificación, hay programas complejos que realizan tareas relativamente difíciles de forma fluida gracias a una UI efectiva.
Modelo de negocio: Independientemente de su objetivo, no hay que olvidar que una aplicación es un producto de la empresa, y por ello debe de tener un modelo de negocio propio. Hay múltiples modelos populares y perfectamente válidos para monetizar apps (publicidad, microtransacciones, aumento en las transacciones u operaciones de la empresa, cobrar por su uso o adquisición), pero es indispensable que se justifique económicamente la inversión realizada en el software.
Plataforma: Cuando se piensa en aplicaciones, inmediatamente viene a la mente un smartphone. Sin embargo, existen muchos dispositivos: tablets, televisiones inteligentes, wearables y celulares de múltiples sistemas operativos. Cada una de estas plataformas requiere una programación específica y pertenece a un mercado particular. Aunque lo ideal es poder abarcar todos los dispositivos, el costo de hacerlo es alto; así que es recomendable, al menos al principio, enfocarse al sector del ecosistema móvil más conveniente.
Desarrollador: Las habilidades específicas que requiere la creación de una aplicación móvil son difíciles de obtener en un corto periodo de tiempo, y el conocimiento no es garantía de éxito. Siempre es preferible que una compañía contrate a un experto en el tema que arriesgarse a gastar recursos y tiempo en un proyecto potencialmente fallido. Algunos de los más grandes desarrolladores a nivel mundial son la hindú Konstant Infosolutions, la mexicana Ironbit, y la europea Nomtek.