64% de los cibernautas mexicanos desconoce algún tipo de programa que promueva el uso de energía sus
76% considera que implementar energías limpias en el país sería costoso pero valioso
48% de los cibernautas mexicanos considera que la reforma energética en México no considera el desarrollo e impulso de energías limpias
Ciudad de México, 1 de febrero de 2017. Energías limpias y energía sustentable son conceptos que cada vez escuchamos con mayor frecuencia. ¿Qué tan familiarizados estamos los mexicanos con ellos y sus implicaciones? De acuerdo con el último estudio realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, 64% de los participantes no conoce algún programa gubernamental ni iniciativa empresarial que promueva el consumo de energía sustentable entre la población. 75% de los participantes reconoce que el consumo de energía eléctrica impacta negativamente al medio ambiente.
Independientemente de lo que se entienda por cada uno de estos conceptos (86% de los cibernautas saben lo que es la energía sustentable y 68% dice entender lo que es la energía limpia), para 76% de los entrevistados es claro que implementar este tipo de energías en nuestro país sería costoso, pero valdría la pena. 20% considera que no sería costoso y también coincide en que valdría la pena. El porcentaje de personas que sienten que implementar este tipo de energías no valdría la pena es realmente mínimo (5%).
Sin embargo, la reforma energética aprobada en este sexenio, no parece haber sido muy clara sobre su impacto en el impulso y desarrollo de energías limpias, ya que solamente la mitad de los cibernautas (52%) considera que este aspecto si se contempla en la reforma. El desconocimiento de las implicaciones de muchas políticas alrededor de las energías limpias y sustentables parece generar una división entre los participantes. Mientras que 56% estaría de acuerdo en que se construyeran centrales nucleoeléctricas en México, a 44% la idea no le agrada.
Entre las energías renovables, la solar es la que se considera más aprovechable dadas las características de los lugares donde habitan los participantes (75%), seguida por la eólica (12%) y la hidráulica (6%).
Por otra parte, la gasolina (energía no renovable) tiene el primer lugar de percepción como contaminante ya que 83% considera que su consumo impacta negativamente al medio ambiente. 54% piensa que el impacto del consumo de gas LP también es negativo, mientras que el gas natural se percibe como menos dañino. 56% opina que el impacto es parcial.
85% reconoce que la generación y consumo de energía es la causa principal del cambio climático y en términos generales se muestran muy dispuestos a adoptar ciertas medidas que favorezcan el medio ambiente, particularmente las que tienen que ver con equipo e infraestructura: colocar focos ahorradores (91%), colocar celdas solares (76%), cambiar a refrigeradores de bajo consumo (76%), poner sistemas de recolección de agua de lluvia (73%). Aquellas actividades que requieren la intervención personal como hacer huertos, usar bicicleta o disminuir el uso del automóvil son menos atractivas (alrededor de la mitad se muestran poco o nada dispuestos a adoptarlas).
Considerando el costo-beneficio, se piensa que son las celdas solares las que más vale la pena instalar (47%), seguido de la colocación de focos ahorradores (19%). Por su parte, la elaboración de huertos es lo que se percibe que vale menos la pena (44%).
60% de los cibernautas considera que lo que hace falta para implementar y desarrollar proyectos energéticos sustentables en México es voluntad política y aunque asignan cierto grado de responsabilidad a los gobiernos y organismos internacionales en el cuidado del medio ambiente y los recursos del planeta, tienen muy claro que el mayor nivel de responsabilidad le corresponde a cada ciudadano.
A pesar de reconocer la importancia que tiene el uso de energías sustentables y limpias, los cibernautas mexicanos se muestran dispuestos a adoptar medidas que no requieren de un esfuerzo personal importante. Será fundamental seguir trabajando en el desarrollo de una cultura ecológica que permita comprender cabalmente el papel que, en lo individual, jugamos cada uno de nosotros.
Metodología: Encuesta aplicada por Internet a 616 cibernautas mexicanos durante el mes de octubre del 2016.